Sí, todos nuestros filtros están diseñados para una instalación rápida y sin herramientas especiales. Los filtros de grifo suelen instalarse directamente en la salida del grifo en pocos minutos, mientras que los filtros de ducha se conectan al soporte de la alcachofa o la manguera. Incluimos instrucciones paso a paso y todos los accesorios necesarios. No se requieren conocimientos técnicos, y si lo deseas, nuestro equipo de atención al cliente puede asesorarte en cada paso para asegurarte una instalación correcta y segura.

La frecuencia de reemplazo depende del tipo de filtro y de la calidad del agua de tu zona. En general, los filtros de grifo deben cambiarse cada 3-6 meses o después de filtrar aproximadamente 1.500-2.000 litros, mientras que los filtros de ducha suelen durar entre 6 y 12 meses. Cambiar el cartucho a tiempo garantiza un rendimiento óptimo, agua siempre limpia y protege tu salud, además de prolongar la vida útil del filtro y mantener la presión del agua adecuada.

Nuestros filtros están diseñados para eliminar cloro, sedimentos, óxido, metales pesados y otras impurezas comunes en el agua del hogar. Los filtros de ducha también reducen el cloro y otros químicos que pueden resecar la piel y dañar el cabello. Dependiendo del modelo, algunos filtros avanzados incluyen carbón activado, membranas de ultrafiltración o minerales que mejoran el sabor y la calidad del agua. Con un uso adecuado, notarás agua más clara, saludable y con un sabor agradable desde el primer día.

No, nuestros filtros están diseñados para mantener un flujo de agua óptimo mientras purifican eficazmente. Gracias a la tecnología interna y los materiales de alta calidad, no notarás pérdida de presión ni reducción del caudal en el grifo o la ducha. Incluso los filtros de ducha, que eliminan cloro y sedimentos, permiten una experiencia de agua suave y consistente, asegurando duchas cómodas y eficientes sin comprometer la limpieza ni la eficacia del filtrado.

Nuestros filtros están diseñados para agua municipal y agua de pozo, eliminando las impurezas más comunes y mejorando el sabor y la seguridad del agua. Sin embargo, si el agua contiene altos niveles de sedimentos, minerales o contaminantes especiales, te recomendamos realizar un prefiltrado o un análisis previo. Algunos modelos avanzados están preparados para tratar aguas más duras o con mayor concentración de cloro y metales, garantizando siempre un agua saludable para beber, cocinar y ducharse.